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Ser Papá Versión 2.0

Ser padre en este siglo no solo significa procrear un hijo. El cambio va a lugares que antes eran reservados para las madres, sin embargo el hecho de estar involucrados en la crianza y educación de los hijos ha llevado el rol de ser padre a niveles fuera de la imaginación de alguien de los 70´s.

Actualmente se puede identificar participación de los hombres en temas como:

  • Equidad
  • Género
  • Vínculo emocional
  • Involucramiento familiar

Iniciemos el recorrido por las funciones que es frecuente encontrar en los padres del 2014, comenzando por las frases que eran dichas, por ejemplo “te ayudo con el bebé” la idea general de esta frase es que el padre solo colabora en las actividades que le “corresponden” a mamá y que será un apoyo, en la actualidad las parejas han aceptado otra frase “entre los dos hacemos lo necesario para el bebé” lo cual extiende mucho la percepción que se tiene de la responsabilidad, por tal motivo no es raro ver padres llevando a los hijos a la escuela en transporte público u hombres cambiando pañales en plazas comerciales. En algunos momentos se ha pensado como una moda más que como un cambio de paradigma, un cambio de la forma de aceptar, vivir y ejercer la paternidad.

Hablando de formas de pensar y lo que ha cambiado es necesario mencionar el concepto de género, ya que es uno de los que se ha modificado en la medida que las mujeres han ganado terreno en lo laboral, sin olvidar que los hombres también han ganado terreno en lo familiar. Mujeres trabajando significa solo una cosa “hombres participando en la crianza” la mejor manera de complementarse como pareja es realizar un reparto de las tareas en casa incluida, por supuesto, la crianza y educación de los hijos.

La crianza de los hijos aun cuando no es una tarea exclusiva de los padres, si presenta mayor involucramiento de ellos, por ejemplo se preocupan de formar un vínculo emocional desde que los hijos están formándose en el vientre materno, hablarles, sentir cuando se mueven, estar presentes en el nacimiento son algunas de las formas en que los padres comienzan a formar esa conexión especial.

Este es el punto de una apertura emocional que seguirá a lo largo de la relación de los padres con los hijos/ as.

El involucramiento emocional ha sido unas de las situaciones que es muy frecuente observar en un padre actual, se desarrolla una inteligencia emocional y se permite descubrir un mundo antes desconocido. Han pasado de ser ejemplos lejanos y en ocasiones mitológicos a modelos a seguir con una serie de actitudes y palabras que antes los hijos no conocían.

Sin embargo el recorrido de ser un padre distinto no solo radica en vivir en este año o saber ciertas cosas, incluso llenar un lugar que antes era exclusivo de las madres, sino que cómo padres se deben revisar ciertas ideas, actitudes y vivencias que determinan la aceptación de esta “nueva definición de ser padre”, por ejemplo:

Mi vivencia de ser hijo, es decir, qué experiencia tengo con mi padre, además de los modelos que consideré como ideales de ser padre, ya que desde estas dos se construye mi ideal, por ejemplo, si mi vivencia como hijo fue que mi padre me pegó para “enseñarme” valores y yo no reflexiono la intensión de la enseñanza de los valores, puedo decidir que mi hijo jamás recibirá un golpe, ya que es algo doloroso y por lo tanto se pierde la educación de los valores. Otro de los caminos es que se repita la misma historia, que aplique el mismo método de enseñanza, empleando la violencia.

Con este ejemplo no me refiero a que debemos usar los mismos métodos violentos, mejor dicho, lo importante es que se busque y reflexione acerca de los aprendizajes que estaban implícitos, es decir, los valores.

Uno de los temas de ser padre significa educar y para realizar esta labor, se ha encontrado que también ha ido cambiando de acuerdo a los nuevos roles de ser padre.

Los padres en la actualidad, al igual que los padres del siglo pasado educan basándose en 4 estilos:

  • Estilo Autoritario.
  • Estilo Permisivo
  • Estilo Sobreprotector
  • Estilo Eficaz

Seguro te estás preguntando en que radica cada uno, lee con atención y distingue cada uno de los estilos, pensando en la forma en que actúas con tus hijos.

Permisivo
·       Se busca que los hijos se autorregulen.·       No son exigentes.·       Se pide opinión a los hijos en las decisiones.·       Gran libertad de los hijos.·       Cumplen la gran mayoría de los gustos o caprichos.·       Hacen todo antes que traumar a los niños.·       Frase común: “Si hijo, como tú quieras”

 

Autoritario
·       Se busca que los hijos hagan lo que se les pide.·       Poco flexibles.·       Poca comunicación con los hijos.·       Castigo como forma de corregir.·       Se llega a utilizar la violencia para educar.·       No se planea la educación.·       Los niños no opinan.·       La obediencia es el mayor valor.

·       Frase común “Porque lo digo yo”

Sobreprotector
·       Se busca proteger a los hijos de cualquier situación dolorosa.·       Excesiva preocupación por los hijos.·       Hacen todo por los hijos.·       Evitan a toda costa que los hijos “sufran”·       No existen los castigos.·       No se permite que los hijos expresen su opinión.·       Frase común: “Deja ahí hijo, yo lo hago”
Eficaz
·       Se busca la participación activa de los hijos.·       Se plantean alternativas de acuerdo a lo que ocurre en la familia.·       Permiten a los hijos tomar decisiones.·       Se aplica un sistema de consecuencias lógicas para corregir.·       Se fomenta la expresión de emociones y sentimientos.·       La comunicación se basa en preguntar y escuchar con atención.

Los padres regularmente ejercen uno o dos estilos, sin embargo es necesario hacer una división para entender cuál ha sido el gran cambio de paradigma en la función de ser padre.

Cuando se piensa en los padres educados de forma “clásica” se encuentra que era frecuente que solo emplearan un estilo, tal vez era usual encontrar que los padres eran “autoritarios” ya que el rol de los padres era aplicar disciplina, castigar e imponer el orden en casa. Las madres se encargaban de dar cariño y apapachar dejando un rol de ser padre poco cercano con los hijos. Aun cuando el estilo autoritario era más frecuente se llegaba encontrar algunos padres que empleaban el estilo permisivo. Sin embargo la constante es que se aplicaba un solo estilo y se era persistente. Educación, regaños y llamadas de atención estaban determinados por el mismo estilo.

Los padres “modernos” ejercen de forma intermitente los 4 estilos, ya que la experiencia de vida no ha sido reflexionada con la intensión de rescatar lo importante. Uno de los caminos es: un padre que vivió y aprendió de un estilo “autoritario” puede ejercer un estilo permisivo, con toda la intensión de que los hijos no pasen por las mismas situaciones, sin embargo una de las consecuencias de que los hijos aprendan con un estilo permisivo es que no respondan de forma adecuada a los límites o que cuestionen todas las decisiones de los padres, por lo tanto los padres recurren a su experiencia de vida y aún cuando habían prometido que no lo repetirían, acaban por ejercer el estilo autoritario. Después de que pasen algunos días, los padres debido a la culpa que les genera recurrir al estilo autoritario terminan por aplicar el estilo sobreprotector, lo que conlleva a que los hijos terminen por no confiar en los padres.

Los papás actuales presentan una cualidad muy importante, se ocupan por aprender a ser diferentes, están conscientes que lo realizado no genera las respuestas que convienen más al desarrollo de los hijos y por lo tanto se involucran más emocionalmente, aprenden de inteligencia emocional, se ocupan de las tareas de los hijos, están atentos a las necesidades psicosociales y no solo a las económicas. Se han cuestionado las ideas de género en donde antes eran criticados por involucrarse tanto con la educación y crianza de los hijos.

Algunas sugerencias para que te conviertas en un papá versión 2.0 son:

  1. Identifica cuáles son los estilos que ejerces de forma constante.
  2. Busca ejercer el estilo eficaz en la gran mayoría de las ocasiones, comenzando por las más sencillas, en las que no existan dificultades.
  3. Aprende a comunicarte con tus hijos de forma directa, preguntando antes que suponer.
  4. Cuando los hijos te hablen procura poner atención, no de dicho, sino de actitud. Ver a los ojos y poner total atención.
  5. Escucha con interés lo que tus hijos dicen, asume una actitud de interés, comenzando con la postura corporal.
  6. Presta especial atención a lo que sienten tus hijos, no los devalúes.
  7. Desarrolla una inteligencia emocional, en donde seas capaz de reconocer tus emociones y también de expresarlas, al mismo tiempo que aprendes a reconocer las emociones de tus hijos.
  8. Promueve que tomen decisiones. Elige 3 o 4 alternativas y de ellas que sean los niños quienes elijan una, esto es para que se aprenda basados en los gustos e intereses de la familia (se modificará dependiendo de la edad de los hijos hasta que ellos tomen sus propias decisiones).
  9. Implementa un sistema de consecuencias lógicas (causa-efecto), en el que los hijos experimenten consecuencias de sus acciones, de agrado como de desagrado.
  10. Ofrece a tus hijos una imagen positiva de ellos mismos, procura separar lo que hacen de lo que son.
  11. Genera espacios de convivencia con toda la familia, días de campo, domingos familiares, salidas a parques.

 

David Arrieta
Psicólogo, Terapeuta familiar.
Fundador del Centro de Psicoterapia Álamos.
Conductor de radio
davidarrieta@equinoluz.com

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