El alcohol es una sustancia que por ser permitida legalmente parecería que es permitida para los adolescentes jóvenes; sin embargo es el puente para empezar con el uso de otras sustancias. Así mismo el alcohol como sustancia detona conductas, pensamientos y acciones inadecuadas por ser un depresivo del sistema nervioso central a pesar de no parecerlo. Cada año se produce una gran cantidad de muertes relacionadas a su consumo. El alcohol afecta los sentidos, ya que al consumirlo las personas se sienten contentos, sin embargo su organismo al mismo tiempo está siendo atacado agresivamente, principalmente el cerebro produciendo perdida progresiva de memoria, de otras capacidades mentales, conductuales, etc.
Quienes son más vulnerables al consumo del alcohol, son los jóvenes ya que en las etapas iniciales y media de la adolescencia comienzan a desarrollar una imagen propia que buscan proyectar a los demás. El desarrollo de la personalidad provoca en los adolescentes la necesidad de integración en grupos sociales, esta necesidad lleva a los jóvenes a conductas sin juicio debido al alcohol que incluyen beber en exceso, problemas en sus relaciones, accidentes viales, entre otras. Estas conductas tienen sus propias consecuencias `para la salud y seguridad de los jóvenes, que incluyen daños al desarrollo cerebral, riesgo de lesiones y muerte y un mayor riesgo de participar en actos de violencia
No importa si es poco o mucho el alcohol que se consuma, los daños y consecuencias se van haciendo presente tarde o temprano.