Mi experiencia en terapia no ha sido fácil pero ha valido la pena todo el esfuerzo. Mi vida cambió drásticamente desde que comencé este proceso y me ha llevado a afrontar las cosas difíciles, dejar el pasado atrás y comenzar a vivir en el presente, aprendiendo a sentir y dejando de evadir en el alcohol. Hoy estando un año sobria me puedo dar cuenta de como he podido superarme y llegar a estar contenta sin tener que evadir, afrontando los problemas es la única solución a llegar a tener paz y felicidad.
El proceso no ha sido fácil pero lo he logrado gracias a una terapia constante en la cual a veces soy afrontada de una forma en la cual es difícil pero sin esto no habría comenzado a ser feliz conmigo misma. El constante trabajo es lo que me ha ayudado a no detenerme y seguir por este camino ya que tengo muy presente que la interrupción de mi terapia podría causarme consecuencias o retrocederme en mi proceso. Es algo que ha sido esencial para mi bienestar.