Es difícil expresar con palabras todas las sensaciones, sentimientos y emociones que experimente a lo largo de mi sesión terapéutica con caballos.
Frente al caballo no puedes mentir ni disimular, por lo que tuve la oportunidad de concientizar y aceptar muchos de los secretos, pensamientos y sentimientos ocultos en lo más profundo de mi ser.

Junto a Cleo y otros caballos, viví una experiencia única e increíblemente reconfortante, pocas veces me he sentido tan viva y tan real, pocas veces había experimentado lo que es vivir el presente; podía sentir cada parte de mi cuerpo y lograba prestar atención a cada pensamiento que cruzaba por mi mente.
Después de esta experiencia, mi manera de ver la vida ha cambiado, hoy valoro y acepto cada vez más lo que soy a pesar de mis errores y defectos, gracias a esto pude darme cuenta que aún existiendo circunstancias incontrolables, uno siempre tiene el poder de decidir cómo quiere vivir su vida.