Nunca había escuchado nada de la Psicoterapia Asistida con Equinos hasta que mi psicóloga me hablo de ella, pero nunca me explicaba bien en que consistía, solo sabia que trabajabas con caballos, me llamaba la atención pero creo que Liora no quiso arruinarme ninguna sorpresa.

Cuando llegue a la Terapia con caballos me emocione muchísimo porque jamás había estado en contacto con caballos de ninguna manera y me di cuenta que son animales que a pesar de abrumar al principio por su tamaño y fuerza, son animales indudablemente sensibles, nobles, tiernos y buenos.

La Terapia Asistida con Equinos me sorprendió más de lo que creí, en el segundo en el que entre con los caballos, empezaron a suceder cosas mágicas.
Con esta terapia me di cuenta que hay muchas cosas que me lastiman a las que no le doy importancia, es como si los caballos me dijeran que hay cosas que resolver pero para eso primero debo reconocer que algo me afecta.
Todo en la terapia se vuelve muy evidente y eso ayuda a aceptar.
El chiste es creer que nada de lo que pasa ahí es coincidencia, y es que ¡en verdad no lo es!

Los caballos toman los papeles de tus amigos, familiares, o incluso de ti, ayudan a entender y a esclarecer tu cabeza, aunque cansa emocionalmente y físicamente, algo cambia en tu vida a partir de ese momento y seguramente para bien.

Quiero volver, la conexión con los caballos es increíble, llorar con ellos, hablar con ellos, enojarte con ellos y disfrutar estar a su lado es una cosa que mueve mucho el corazón. Motiva.