Trabajar con caballos fue un viaje interior totalmente distinto a otras experiencias terapeuticas. Trabajar con caballos me impacto porque es impresionante lo claro que se refleja en el animal las vivencias que uno tiene o ha tenido, es tan real que cuando terminas de trabajar con el caballo no crees que tu vida pueda reflejarse de manera tan obvia. Es muy fuerte saber y experimentar, que el animal siente lo mismo que tu sientes.