El fin de semana llegaron a su fin los juegos olímpicos, y como en cada edición nos deja con muchas emociones y desilusiones, sin embargo, en esta edición fue especial, ya que llamó mucho la atención el tema de la Salud Mental.
Estamos acostumbrados a ver a los deportistas entregarse por conseguir su objetivo, sin importar nada más, tanto ellos como nosotros ansiamos verlos triunfar. Este año, Simone Biles decidió hacerse a un lado de la competencia para enfocarse en mejorar su Salud Mental, era tanta la presión que traía acumulada por diversas situaciones de su vida que llegó el momento en que no podía más.
Así como una atleta de alto rendimiento acostumbrada a vivir con altos niveles de presión necesita de tiempo para poder trabajar en su persona y sobre todo en su mente, cada uno de nosotros estamos expuestos a vivir situaciones que nos afectan emocionalmente.
Hoy más que nunca cobra sentido cuando se dice que está bien no estar bien, el reconocimiento del problema siempre será el primer paso para la recuperación, y así como una atleta tuvo que detenerse en la competencia más importante para enfocarse en ella misma, cada uno de nosotros debe hacer lo mismo, nada será más importante o valioso que nuestra salud.Mente sana en cuerpo sano.
