Los trastornos de la alimentación son enfermedades graves que se relacionan con las conductas alimentarias afectando negativamente la salud, las emociones y la capacidad desempeñarte en otras áreas importantes. Los trastornos de la alimentación más frecuentes son la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa, y el trastorno alimentario del comer compulsivo. Aunque hoy día encontramos que la vigorexia, ortorexia, atracón nocturno, drunkorxia y algunos otros muy frecuentemente utilizados. La mayoría de los trastornos de la alimentación se caracterizan por fijar excesivamente la atención en el peso, la figura corporal y la comida, lo que genera alteraciones severas en la forma de comer y vivir, enfocándose a todo lo que tiene que ver con la comida, cuerpo, y vínculos tóxicos con uno mismo, con la comida y los demás. Estas conductas pueden tener repercusiones considerable en la capacidad del cuerpo para obtener la nutrición adecuada. Los trastornos de la alimentación pueden causar daños en el corazón, el aparato digestivo, riñones, los huesos, los dientes y la boca, y derivar en otras enfermedades. Algunos de estos pueden ser irreversibles y afectar algunos órganos internos así como llegar a la muerte. Con frecuencia, estos trastornos se manifiestan en la adolescencia y los primeros años de la adultez, aunque pueden aparecer a otras edades. De algunos años para acá empiezan a más temprana edad y ahora con todos los nuevos TCA aumentó considerablemente el desarrollo en hombre. Con tratamiento multidisciplinario se puede volver a tener hábitos alimentarios más saludables y, a veces, revertir o controlar las complicaciones graves causadas por el trastorno de la alimentación.Si bien no hay una manera segura de prevenir los trastornos de la alimentación; si puede haber una detección temprana para ayudar a las personas a trabajar sus emociones, identificarlas y expresarlas entre otros muchísimos trabajos y con relación a la comida, familia, amigos, y lograr relaciones sanas en su vida.