El uso de laxantes, diuréticos y pastillas es cada día más común en adolescentes y adultos jóvenes para ayudarse a bajar de peso.
Una vez que empiezan con el uso es difícil dejar de usarlos y este uso es en ocasiones el disparador para desarrollar un Trastorno de la Conducción Alimentaria.
Evidentemente esta es una enfermedad multifactorial; pero el uso de estos productos genera más propensión a querer e incluso “necesitar” utilizarlos para bajar de peso, sin importar las consecuencias médicas y emocionales adversas que genera su uso.
Sería importante estar cerca de nuestros hijos, alumnos, pacientes, etc, para poder hablar al respecto e incluso referir con un profesional experto en estos temas.