Cuando se habla de adicciones y/o dependencia inmediatamente pensamos en algún tipo de droga, sin embargo estos dos conceptos llegan a ser más común de lo que pensamos en otros aspectos de nuestra vida.
Con la llegada de los “smartphones” nuestro usos y costumbres cambiaron radicalmente, quizá en muchos aspectos pensamos que nuestra vida se ha vuelto más sencilla, pero no nos hemos dado cuenta que al mismo tiempo nos hemos vueltos dependientes de un aparato que para muchos rige su vida. El estar en todo momento “conectado” nos ha desconectado del mundo que nos rodea, cada vez es más el tiempo las personas utilizan redes sociales.
El uso constante no solo nos afecta físicamente, sino también emocionalmente al aislarnos de nuestros amigos y/o familiares, en muchos casos nos lleva a un estado de vulnerabilidad o ansiedad por no recibir una respuesta inmediata.
Desconectarnos no necesariamente quiere decir que nos quedemos fuera, al contrario, nos permitirá mejorar nuestra salud emocional y física.